Nuestra última carta de fin de año

Pepe, Sandra, Rocío y Amparo.

La última vez

Queridos amigos:

Todos los años por estas fechas hemos escrito una carta para evaluar el año, felicitaros las fiestas, agradecer los regalos y el trabajo compartido y desear que el año próximo fuera, puestos a pedir, un poco mejor. Solíamos escribir cartas para clientes, proveedores y trabajadores, pero esta vez nos vais a permitir escribir solo una. Este año será el último, pero nadie va a impedirnos esta despedida.

Hace dos años nos embarcamos en un gran proyecto que nos ilusionaba y que nunca pensamos que acabaría tan bruscamente. Han sido dos años estupendos que nos han permitido conocer compañeros increíbles, maravillosos profesionales y mejores personas. Damas y caballeros del Grupo Hevo: fue un verdadero placer.

Esta es nuestra carta de despedida porque nuestra aventura termina justo aquí. La familia García abandona definitivamente la que ha sido su casa durante más de 60 años. Granja Agas nació y creció con nosotros y ahora debe seguir sola.

Dejamos aquí cantidades ingentes de esfuerzo y trabajo, no solo nuestro, sino también de todas las personas que nos han acompañado en esta andadura. Muchísimos trabajadores que también se han dejado la piel y con los que hemos compartido momentos buenos, divertidos, satisfactorios y otros que no lo fueron tanto.

En una vida o en tantas, da tiempo a que pase… de todo.

Alegrías pequeñas al conseguir cerrar un contenedor de exportación, llegar a tiempo a descargar a un cliente o terminar los huevos un sábado a las dos. Alegrías mayores cuando las gallinas se recuperaban de una enfermedad o cuando, después de mucho esfuerzo, la banda de cangilones estaba montada y el molino se ponía en marcha, la transversal estaba reparada y decíamos eso de “Eusebio, dale a la máquina”, o cuando, después de muchas horas de calibrar y ajustar, la Moba dejaba de romper huevos.  Satisfacciones después de pasar las auditorías y las inspecciones con buena nota y mucha frustración, pero sin desanimarnos, cuando nuestro esfuerzo no era suficiente y las cosas se complicaban, y lo hicieron.

De una cosa podemos estar orgullosos: entre todos hicimos un gran trabajo. Hemos sido una familia en todos los sentidos y las innumerables muestras de cariño que hemos recibido estos días son lo mejor que nos podemos llevar de aquí. Realmente ha sido un privilegio contar con vosotros a nuestro lado.

Y como no, también ha sido una suerte tener a un lado y al otro de la cadena proveedores y clientes que han sido AMIGOS. Personas que han hecho lo imposible por echarte una mano cuando las cosas se complicaban y que nos han sido fieles hasta en los momentos más difíciles.

Hoy nos toca dar las gracias por última vez y de todo corazón a todas las personas que lo hicieron y lo hicisteis posible, por tantos años de sonrisas y lágrimas compartidas. Para nosotros, dirigir esta empresa nunca ha sido cuestión de números, sino de PERSONAS y de futuro.

Ya nada será igual, pero nos vamos con la satisfacción del trabajo bien hecho y de haber aportado lo mejor de nosotras todos estos años. Lo dimos todo, pero no os imagináis cuanto nos llevamos.

2025 será para nosotros, sin duda, un año Nuevo. Deseamos que también sea un año Bueno.

Un abrazo y hasta siempre.  Sandra y Rocío

Carta de despedida